La pregunta USB
Hasta hace poco estaba contento, no desbordante de felicidad pero si por lo menos con ganas de hacer cosas y pasarla bien a pesar de tanto trabajo y presión, ahora recibo una noticia desalentadora y no hago mas que maldecir y pensar en lo que no quiero pensar.
Las cosas menos inesperadas nos recuerdan que somos frágiles, que nuestro animo puede cambiar, que podemos pasa al otro extremo. Un dia bien, otro mal y al otro no sabemos que va a pasar ni como nos vamos a sentir.
Como mi memoria USB.
USB ?
Usted se Siente Bien?
si, no, no se, quien sabe.
Posted by Frank at 10:52 AM
La boca del Videodrome
A veces con el tiempo se descubre el origen de ciertas cosas que siempre han estado presentes en nuestro comportamiento pero de las que nunca se habla abiertamente. Temores, obsesiones, manías…Y después del descubrimiento viene la emoción. Una emoción que no se opaca por explicaciones aparentemente obvias.
Sabado 19, 7 pm. De vuelta a la cinemateca para asistir a la proyección de "Videodrome" programada por Cinema Zombie. El sábado anterior se había cancelado por problemas técnicos ante un público comprensivo en su mayoria. De no haber sido por la gracia que me causo el anciano gruñón de las silla de al lado que me pregunto 6 veces la hora en menos de 3 minutos, me hubiera unido a la minoría enfadada.
8 días después estoy en la fila. Un señor bilingüe nos cuenta que tiene sida, lo siguen tres indigentes alegres, uno tras otro, como si esperaran su turno para hacer su aparición en escena. Se escucha un grito femenino unas calles más al sur, parece que a parte de mí y de uno de los indigentes nadie más lo ha escuchado. Cuando voy a cine al centro las películas empiezan mucho antes de entrar a la sala. Observo a la gente descaradamente y nadie parece percatarse, mientras tanto pienso en por qué no invité a ver la película a alguien a quien vi inesperadamente la noche anterior, pero para eso no encuentro la explicación. O tal vez no la quiero encontrar. A ella le gustan este tipo de películas. Ojalá estuviera allí conmigo.
Por fin estamos adentro. El aparato esta funcionando. A pasado mucho tiempo desde que la vi por primera vez y cada imagen aparece como algo totalmente nuevo. Mis ojos quieren devorar cada plano. De arriba abajo, de izquierda a derecha. Aparece Nicki, sus labios tratan de traer algo mi memoria y de pronto…todo se hace muy claro. Está allí ese televisor respirando, gimiendo de excitación para atraer la atención del protagonista, la boca de Nicki llena la pantalla, la infla, el personaje es presa fácil, se acerca para besar los labios gigantes y mete la cabeza en el tv.
En ese momento lo supe.
Muchos años atrás cuando era niño, había visto la película no se en donde ni en que circunstancias, no sabia muy bien lo que ocurría con la trama pero esos labios, esa boca devoradora de cabezas, me persiguió durante el resto de mi vida. Me persigue aun. La persigo. A veces somos frágiles toda la vida, pero es increíble como se es de frágil cuando somos niños. Ahora sé porqué lo primero que observo en una mujer es su boca. Es una especie de fijación. No busco necesariamente la boca de Nicki y sus labios con división central, y aunque me inclino por unos labios carnosos a veces lo que me atrae son simples detalles: una curva, un contorno delineado, una comisura especial, el juego consciente o inconsciente de la lengua con los labios, la forma en que levemente se juntan y se despegan cuando se pasa saliva, la manera en que se pliegan hacia el centro, un gesto en particular, un puchero… y por supuesto una sonrisa: el descubrimiento de algo que posiblemente había estado desapercibido. Después solo queda esperar el contacto para ver si las promesas se cumplen y para encontrar ojalá una agradable sorpresa.
No va ni la mitad de la película y la emoción ya me impulsa a comentarle el asunto a alguien, se que no lo voy a hacer porque siempre me han molestado las conversaciones y los cuchicheos en plena proyección. Me sacan de la "realidad" de la película y me dejan caer en una sala llena de sillas. Aun así giro la cabeza para ver quien está a mi lado y veo a Willy, el encargado de las salas de edición de la Nacho quien me pregunta el año de producción de la película. Le contesto mal y vuelvo a sumergirme en las alucinaciones del Videodrome.
Después del último disparo la gente empieza abandonar la sala, una mujer se despide de mi pero yo no la reconozco. Pensará que soy un grosero pero no es así. Es solo que a veces estoy tan envuelto en ideas y cosas que el resto desaparece. O simplemente no me acuerdo, no sé. (Hasta aquí en tiempo presente)
Fui camino a celebrar el cumpleaños de alguien muy importante para mí mientras trataba de visualizar los créditos de la película en el cartel del Verbenal directo carrera séptima. Pero ni siquiera lo que consumí en la noche me sirvió para alucinar. Aun así todo estuvo bien y por varias razones pude esperar contento la madrugada.
La películaLa dirigió David Cronenberg como en el 84 y la protagonizo James Woods
Lo mejor-Naturalmente la escena del tv excitado y la boca.
-El revolver encarnado
-El vientre del protagonista utilizado como videocasetera.
-La idea de Brian Oblivion de no aparecer en programas de televisión a menos que sea en un televisor.
-La musica de Howard Shore. Sobretodo la parte inicial. Sencilla pero…
-La Mision de Rayos Catodicos, dedicada a dar "esperanza" a la gente por medio de la televisión. Algo así como la Misión Carismática Internacional pero en lugar de pastores tienen televisores. No muy diferente a lo que pasa ahora.
-La buena definición de lo que puede ser envidearse.
Posted by Frank at 8:26 AM
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Posted by Frank at 2:54 PM
Todos los dias se aprende algo...
...hasta en estos dias de desequilibrio mental.
"Yo aprendi que la vida es un fracaso tras otro...
...hasta que empiezas a querer que Flanders se muera"
H.J. SimpsonSencillamente...
Posted by Frank at 12:16 PM
¡DEMONIOS!
A las 22 horas y 10 minutos del 29 de Octubre, el sistema del señor F colapsó. Apenas pudo ponerse a medias el pantalón del traje MadMaxHellraiser que había preparado para lo que pensaba sería una noche de espantos larga, una noche de ficción en donde podría ser otro. Otro, pero real al fin y al cabo.
Pero los demonios tomaron delantera, de hecho el señor F había sentido, sin darle mucha importancia, como ellos lo rondaban desde algunos días atrás, como una mano fría tocaba su hombro izquierdo y sus ojos se nublaban cada cuanto.
No soy presa fácil, nunca lo he sido – pensó.
Trató de resistirse con una sonrisa, la sonrisa de la confianza, pero se convirtió en mueca una vez su cuerpo se desplomó en la alfombra. El sonido que hizo al caer no concordó con el que probablemente produciría alguien de su peso, aunque tal vez en ese momento se había sincronizado con el golpe de batería de una canción, canción que poco tiempo después, se fundió con los ruidos producidos por los fluidos vitales que querían escapar con impaciencia. Fue lo único que le produjo terror, el ver su sangre trepando por las paredes buscando salida en el techo, era extraño porque el rojo nunca le molestó ni mucho menos le aterró, todo lo contrario, pero si le asustaba el sentirse drenado y vacío. Vacío sobre todo.
Por lo demás fue placentero. Fue placentero morir una y otra vez, fue placentero sentir como su mascota se alimentaba de él, fue delicioso pertenecer al reparto (o utilería?) de la tercera parte de Nekromantik, fue agradable rodar por una carrera séptima que tenía 45 grados de inclinación, fue entretenido ver como el señor B que cobraba el arriendo, entraba y salía del apartamento buscando a F mientras él se hacía invisible, fue gracioso ver a la vaca del otoño del patriarca asomada por el balcón presidencial y ver además al gato de Amarilla en las nubes, fue tranquilizador escuchar al niño manejar el triciclo por los corredores y al hacha destrozando la puerta.
Fue placentero hasta que todo se fue, ¿a donde?, vaya usted a saber donde diablos. Y F se quedó… en la morada de sus demonios.
¡¡Demonios!!
F abrió los ojos. La voz chillona de una mujer lo aturdió.
Eres un incapaz!, lo sabía, ahora me dejas en esta casa a punto de caerse y en este calor, me prometiste y ahora… – Gritó la mujer.
¿Prometí qué? ¿Por qué hay tantas pulgas en esta cama? – Contestó F, luego cerró los ojos otra vez.
F!!! despertáte que ya hay como 300.000 personas esperando!
¿Esperando que? - dijo F.
Güevon!, estamos en plena plaza, tenés un discurso en 5 minutos y vos durmiendo encima de la consola!?.- respondió P.
¿Y acaso que quiere toda esa gente? ¿Y usted desde cuando habla como caleño? – después de pronunciar esto F miró a su alrededor y volvió a dormir.
Al abrir los ojos de nuevo, la luz que entraba en la tienda de campaña lo encegueció. Un soldado le susurró al oído:
Tranquilícese, tómese un par de Martínis, cinco Bravas, una botella de ron y métase estas veintipico líneas que la guerra terminó. Aunque tiene que saber que una mina le voló las piernas.¿La guerra contra quien? ¿Cuales piernas, las mías? - Preguntó F tratando de reconocer la cara del militar.
Eso ya no importa, ni lo uno ni lo otro – contestó el soldado –
beba, beba y meta más bien.
La luz era insoportable y F volvió a dormir.
Despertó de nuevo, esta vez lentamente y sin sobresaltos. La cama del hospital le pareció demasiado larga y le pareció además que había demasiadas camas, todas vacías. Esta vez nadie le habló, solo sintió una calida presencia. Era M, la única mujer que había amado en su vida, la única mujer que lo había amado, que al parecer lo amaba aún. Llevaba los labios rojos, rojos!! EL ROJO!, lo que había estado buscando en sus delirios!, la sangre que volvía a su cuerpo! y la impaciencia y la tristeza de no poderle responder. Ella: hermosa, brillante y presente como siempre. F: nebuloso y distante, escurridizo y solitario. El señor F pensó en decirle:
es como la canción de Tacvba: “Que no es por M, es por mí”. Pero no. Le había dicho tanto ya, le había huido tanto con sus palabras y sus actos que pensó que podría dañar ese rojo que le hacía bien en ese momento. Y hacerle además daño a ella.
Una cama más allá apareció su mamá y su papá saludando con las manos, tres camas más y estaban sus hermanos, cinco camas y aparecieron sus amigos, nueve camas más: unos amables desconocidos, otras camas más y estaban Nietszche, Yorke y Fellini encabezando una multitud larga. Muchos colores aparecieron pintando las paredes. Azules, verdes, amarillos y un radiante naranja escrito con C del que tarde se percató y ya se le había escapado por una ventana.
Que lástima, que bueno hubiera sido que el naranja pintara más de mis días, se dijo.
La gente empezó a salir. F, aunque sereno y lleno de sangre, tuvo el impulso de gritar desde su cama:
¡No me dejen, no me dejen por favor!, pero algo lo retuvo y con una sonrisa inundó de confianza y tranquilidad a los que se despedían. Al verse fortalecido y cuando hubo salido la última persona, pensó:
No soy presa fácil demonios!, nunca lo he sido.
Apenas había puesto un pie en el piso cuando F sintió como una mano helada le tocaba el hombro izquierdo al tiempo que un escalofrío recorría su cuerpo.
FRK
Un borrador. Como todo en la vida.
Posted by Frank at 10:58 AM
Back in the saddle
No estaba muerto, andaba de parranda. Aunque por la parranda casi me muero.
La verdad es que no he regresado porque simplemente nunca me fui. O porque tal vez nunca estuve.
Posted by Frank at 10:47 AM