DE NUEVO AL MAR

La Helena contemporánea lloró a su guerrero de fuego quien partió a luchar contra dragones y bestias de sangre, corta fue la espera y grande la angustia, y en ese momento de ausencia la batalla fue librada por los dos, aun con la distancia que proporcionaban la inmovilidad y los delirios. De esta forma ella supo que no queria saber nada de Troyas, ni caballos, ni mares al amanecer, ni mucho menos de mi...

Solo de su guerrero.

Ahora estoy de nuevo a la deriva, exiliado en altamar y con la impresión de haber vivido un sueño en una isla lejana que nunca fue mi territorio, con marcas felinas en mi cuerpo y mirando hacia el horizonte sin poder divisar tierra firme.

Posted by Frank at 1:20 PM