EL INQUILINO
Me voy de este edificio por fin. Ya era hora. Ya es suficiente. Adiós a la séptima, la quiero pero no al lado mio. Justo hace 15 minutos una caravana de taxis que protestaba con sus pitos me obligó a desvelarme. Lo que faltaba!. Lo consideraré como una despedida. Como no.
Edificio de mierda, llegue a ti por urgencia, por necesidad y no se como pude aguantarme tanto tiempo. No llevaba ni tres días cuando un vecino con su maquillaje de travesti a medio quitar llegó a darle golpes a mi puerta, a reclamarme que le estaba robando línea telefónica, que desagradable situación, y yo que apenas acababa de llegar. Todo por culpa de unas instalaciones eléctricas y telefónicas puercas. Edificio maloliente, ese mismo día gritaban en tu pasillo "Pilar!!!, abrame la puerta!!, yo se que está ahí con su mozo!!!. Desde ese día odié a Pilar sin conocerla, por sus escándalos, por sus mozos, por puta y porque me gustaba. Pilar, sin bicicleta pero con muchos carros, uno diferente cada noche. No como Nidia, ella solo lloraba. Lloraba en su baño porque se conectaba gracias a un pequeño ventanal con el mio y sabía que yo la escucharía llorar, se desahogaba conmigo. Al principio me conmovió. Me inquietaban los motivos de su llanto nocturno, me arrullaba con sus largos suspiros y me desconcertaba cuando me evitaba con una sonrisa fingida antes que yo pudiera preguntarle sobre el porqué de su tristeza cuando me la encontraba en el portón. Eso fue al principio, solo al principio porque después... me desesperó!!!, me enloqueció!!! deja de llorar maldita sea!!, deja de llorar o ponte una almohada en la cabeza y metete debajo de la cama!. "Deja de llorar, aún queda camino para caminar". A lo último lloraba al ritmo de regueton porque reabrieron el bar del primer piso.
Edificio de los infiernos, tenías que tener un bar reguetonero en tus sucias bases. Con borrachos camorreros y ñeros camuflados como universitarios. Tu segundo piso me escupió al cuarto piso y allí pude meditar hasta el séptimo día, día en el que el casero me quiso poner en contra de los demás inquilinos. El casero, conserje o cuasi administrador, viejo verde y malicioso de 70 años quien cobraba la renta los 5 de cada mes, me dijo que no me hablara con nadie del tercer piso, que a todos los iban a sacar y que no me convenía juntarme con ellos. ¿Quien diablos serían los del tercer piso? nunca los había visto ni me interesaba verlos. Me dijo que la señora Mercedes, otra desconocida para mí, había puesto caca de perro en la puerta de un tal Juan Carlos y había embadurnado al parecer con lo mismo los zapatos de la hija de una señora Inés y la camiseta de un fulano John Fredy cuando los habían dejado a secar en la terraza. Que no me metiera con ella ni con Juan Carlos ni con nadie. Ah viejo chismoso y ladino, cuanto me hubiera gustado verlo rodar por las escaleras. Pero al parecer alguien se adelantó, porque no volvió a aparecer, lo cual no significaba un descanso.
Edifico del averno, me hacías esperar a que se bañaran los del segundo y tercero porque tus arcaicas tuberías no tenían presión y a mi mientras tanto no me llegaba una gota. Solo las gotas de las goteras que estan haciendo caer tu techo a pedazos. Ojalá te derrumbes apenas me largue, con todo y conspiradores adentro. Porque debo decir que ya se que todos están en contra mía, la supuesta doctora de la lado, la que martiriza a esa pobre muchacha con la que vive, cuantos más gritos de dolor le sacará? cuantos platos le rompera en su agujeriada cabeza? la doctora esta planeandolo todo, se ha juntado con el encorbatado del frente que tiene cara de pervertido para tramar algo en contra mía, ha convencido a la loca del fondo y su marido para sus propósitos macabros. Malditos todos. Apuesto a que los de los otros pisos ya son cómplices. Lo sé, lo leo en sus ojos alborotados. Pero no les voy a dar gusto, me voy vivo y entero, antes de lo que esperaban, no me verán vestido de mujer ni lanzándome por la ventana como el pobre de Trelkovsky. Y es que nisiquiera las malditas ventanas sirven para eso porque son muy estrechas. Me voy, los asustaré la noche anterior cuando camine por el techo, llamaré a la tormenta, les haré muecas y me reiré a carcajadas mientras bajo las escaleras, respiraré profundo y satisfecho y azotaré la puerta.
Edificio de los demonios, se va tu mejor inquilino.
Pasillo del 2do. piso
Edificio Carlota, Cra. 7 N. 51-15 Chapinero
Ah, y me llevo el timbre porque lo compré yo. Así no me sirva para nada.
Posted by Frank at 1:32 AM
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